El diccionario da muchas definiciones de la palabra ‘ansiedad’. Cada una representa un episodio distinto en mi vida y todas, aunque diferentes, tienen algo en común: ¡yo!
Analicemos cada una de ellas, para poder entender por qué todas me tienen a mí en común.
Definición N° 1: “Anticipación aprensiva de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento de disforia o de síntomas somáticos de tensión. El objetivo del daño anticipado puede ser interno o externo.”
Terrible definición, ¿no? Pues bien, esta mañana tomé el subte a las 7:38 am. Había salido de mi casa, medio dormida, a las 7.26 con una anticipación aprensiva de un daño o desgracia futuros, ya que cuando se acerca algún acontecimiento que me genera mucha felicidad, comienzo a sentir el miedo intenso que no me deja vivir. Sucedió que cuando llegué a la puerta del gimnasio, ya con el carnet de la pileta en la mano, el daño anticipado, que fue externo, se materializó cuando crucé la puerta de ingreso y mi sandalia quedó detrás de mí. No supe como disimular mi ‘casi’ caída de ‘jeta’ y comenté al aire “me quedé sin sandalia”, al tiempo que el imbécil de seguridad acotó, totalmente al margen y sin ninguna necesidad “tené cuidado”.
Decí que a esa hora de la mañana no sé si soy respetuosa o estoy muy dormida, porque se merecía una buena puteada el señor. “¿Ud. se piensa que yo ando por la vida sin cuidado???? ¿No sabe lo que es tener un ACCIDENTE?... Entonces no se meta,¡¡¡ por favor!!!”
A esa altura la disforia y los síntomas somáticos de tensión los tenía a flor de piel, así es que mejor dejo este análisis aquí.
Definición N° 2: “Sensación subjetiva de aprensión y temor que se acompaña de síntomas físicos como sensación de falta de aire, temblor, palpitaciones, aceleración del ritmo cardiaco, etc.”
Esta definición me es más familiar, la solía sentir con las antiparras asesinas (hasta que se los conté a Uds.) y la siento mucho en distintas oportunidades, siempre sin fundamentos válidos. Por ejemplo, voy caminando por la calle y alguien que tiene que ir en el mismo sentido que yo, se convierte en el objeto de mi ansiedad: “¿Me estará siguiendo? ¿Qué quiere? Mejor cruzo..” Y comienzo a sentir la sensación de falta de aire, al tiempo que verifico cierto temblor en mis piernas y una leve aceleración del ritmo cardíaco, que desciende al comprobar que la persona no me seguía y ya dobló en la esquina. Yo creo que esto puede ser ansiedad o exceso de programas de noticias amarillos.
Definición N° 3: “Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.”
El estado de agitación lo suelo sentir cuando salgo del subte, pero producto de la subida de las escaleras. ¿Puede considerarse a eso ansiedad? Las inquietudes las tengo las 24 hs del día, me torturan en silencio con cuestionamientos que susurran en mi cerebro. La zozobra del ánimo me suena a que me sobra ánimo en tartamudo, a que ando por la vida matándome de la risa, a que siempre estoy predispuesta a todo lo positivo, a alegría. En ese caso no cuadraría la definición de ansiedad, no sería ansiedad lo que siento si no otra cosa. A mí nunca me zozobra el ánimo. Angustia siento, en varias ocasiones, pero no tengo muchas enfermedades. Sé que soy medio rara y tengo muchos testigos de ello, pero que sea una pesada con la limpieza de mi casa (probable síntoma neurótico) ¿me convierte en ansiosa?
Sosiego me suena como zozobra, pero a algo relacionado con la vista. Seguro es otra cosa, pero no voy a buscar todas las definiciones en el diccionario, porque no terminaría más.
Definición N° 4: “Reacción compleja del individuo frente a situaciones y estímulos actual o potencialmente peligrosos, o subjetivamente percibidos como cargados de peligro, aunque sólo sea por la circunstancia de aparecer inciertos. Incluye componentes psíquicos, fisiológicos y conductuales.”
Bueno, acá entramos en el campo de lo complicado. Son muchas palabras para decir “es cuando te cagas en las patas aunque no tengas un motivo fundado”. En este caso sí, soy ansiosa cuando las luces del lugar en el que estoy, están apagadas. También soy ansiosa cuando paso por una estación de servicio, cuando paso cerca del Aeroparque, cuando tengo que cruzar una avenida ancha y empieza a titilar el semáforo, cuando rindo un examen. Soy recontra ansiosa!!! Y siempre acompañan a esos acontecimientos los componentes psíquicos (no quiero, no quiero, no quiero!), fisiológicos (….) y conductuales (no manejo un auto en una situación así, ni en pedo!).
Definición N° 5: “Forma parte de la vida normal del hombre, es un sentimiento difuso de peligro que nos pone como en actitud de espera.”
Esta definición me hace pensar que soy una tonta que me creí el resto de las definiciones. Y también me suena a que la ansiedad “es una pavada” que puede sentirla cualquiera y por la que no hay que preocuparse. Aunque resulta un tanto amplia luego de la coma, cuando expresa que es un sentimiento como odiar o amar, que son bien complejos y encima de peligro que nos mantiene a la espera. Entonces, recapitulando, si estoy esperando el colectivo y tengo “miedo” de llegar tarde al laburo porque voy retrasada, ¿eso forma parte de la vida normal del hombre y se llama ansiedad?
Definición N° 6 “Respuesta anticipatoria desproporcionada ante un acontecimiento. La persona que la sufre presenta un estado de estrés, nerviosismo y angustia no justificado por los acontecimientos.”
Esta definición me da la pauta de que VIVO ansiosa. Respuestas anticipatorias doy siempre, no dejo hablar a nadie, me cuesta escuchar cuando tengo algo para decir, quiero expresar lo que pienso antes que los demás, por miedo a que los demás piensen lo mismo que yo y lo digan antes y se crean más originales. Entonces, cuando yo diga “pienso lo mismo”, van a creer que me copio, que no tengo personalidad definida, que soy débil y eso me pone histérica, que piensen que soy débil. Yo soy fuerte señores, no solo físicamente hablando, ya que es algo que se nota al verme, sino fuerte de espíritu, de convicción, de discurso. Y no quiero que nadie me estrese diciendo lo que pienso antes que yo. Porque el solo pensarlo me angustia, me deja en una situación de miedo al qué dirán y entonces no sé qué hacer y me pongo loca, lloro, grito, hablo sin parar…. Es desesperante!!!!! Jajaja, cuadro perfecto aquí, ¿o no?
Yo creo que la ansiedad es algo más especial, ni forma parte de la vida “normal” ni de la “neurosis”. Porque yo siento ansiedad y no soy ni normal ni neurótica (bueno, quizá un poquito). Si tengo que reconocerlo, estoy ansiosa, demasiado ansiosa. Pero ansiosa de mi definición, que no tiene nada que ver con todas las anteriores, ansiosa de “con ganas de que acontezca un suceso esperado, que da un poquito de cuiqui, pero llena de felicidad”.