Buenos días y bienvenidos a la ironía que le pongo al día a día, para que pese menos...

martes, 12 de abril de 2011

Ironia para la tristeza

Sí, la ironía es una de las cortinas que pueden ser útiles para ocultar la tristeza. Solo que a veces no alcanza con ironizar sobre todo. A veces no alcanza con reírse de las cosas. A veces no alcanza con tomar lo vivido como enseñanza. A veces no alcanza. Y uno igual se siente triste y al terminar el día, cuando ya nadie puede ver la expresión de tus ojos, apoya la cara en la almohada y se sincera.
Ojalá hablar y repetir y volver a decir permitieran que todo quedara afuera. Pero no, no alcanza. Y la tristeza va tomando cada uno de los rincones de tu cuerpo y al principio tenías un pequeño dolor de cabeza y ahora ya tenes muchas ganas de llorar.
Pero no podes llorar, tenes que aguantarte la angustia e inventar nuevas vivencias y reírte de vos mismo y aprender de lo vivido e intentar no dejar traslucir ni un dejo de lo que queda detrás de la ironía.
Porque la tristeza no encuentra bienvenida como lo hace la ironía. A nadie le gusta vivir la pena ajena. A nadie le interesa empaparse de los acontecimientos dolorosos. Nadie quiere escuchar tristezas por mucho tiempo, menos aún leerlas.
Muchas gente te dice “si es triste no me lo cuentes” como si la tristeza pudiera hacer un paralelo con la sangre en las películas malas de terror o con lo asqueroso de las películas adolescentes de chicos en su despertar sexual.
Así como la ironía, la tristeza no es para cualquiera. Todos podemos estar tristes en algún momento, pero ¿Cuántos te hacen el aguante cuando estás triste? ¿Cuántos se bancan que no puedas salir de tu llanto o de tu tristeza? ¿Cuántos se quedan ahí, sin preguntar, solo acompañándote?
Yo creo que casi los mismos que se bancan la ironía. Por lo pronto prefiero no arriesgarme a exponer la tristeza al rechazo ajeno.
Mejor extiendo la cortina y la cubro lo mejor posible, así nadie la ve y a nadie le asusta. Mientras tanto, sigo con la ironía y todos ‘contentos’.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces te jugas con un post sincero como este y esta buenisimo! por lo menos para mi, q soy medio sensiblona y me emociono sin demasiada dificultad...

Daniela dijo...

:(

Ester dijo...

Lo peor de la tristeza és que la gente la justifica con causas absurdas, como el aburrimiento. Dudo que una persona de mente y cuerpo activo sufra de pena por aburrimiento.Yo creo que el movimiento diario esconde la pena, la hace menos visible. El dolor de la pena viene a raíz de algo más serio, cosa que mucha gente no siente empatía cuando intentas explicar-lo.
Es cierto que si muestras tu pena la gente intenta evitar el tema en cuestión, al principio quizá se interesan simplemente por cotilleo, pero una vez ven que dura el problema un tiempo, intentan no sacar el tema.
Saludos.