Cuando te pasa una, te pasan todas. Por un lado está bueno, porque te destrozas y te tenes que reconstruir de una. De lo contrario, tendrías que recuperarte de lo primero que te ocurrió para poder luego recuperarte de otra cosa nueva y así por los siglos de los siglos. A todo esto, ¿qué significará ‘por los siglos de los siglos’? porque si la pienso bien no la entiendo. Se me hace como una de esas figuras en blanco y negro que cuando las haces girar, te marean porque parece que se convirtiera en un orificio negro o quizá se puede asimilar –en mi mente- a cuando te miras al espejo y ves otro espejo y otro y otro y tu imagen se reproduce mil veces, algo que para quien tiene autoestima baja es como una patada en el bajo vientre. Así es que, resumiendo, mejor que cuando te pasa algo, te pase todo.
Al menos a mí se me acumulan las cosas y si me duele una muela, se junta con el dolor de oídos, me corto un dedo mientras pelo papas, me tropiezo y me rompo la muñeca y para no quedarme con las ganas, me tuerzo el pie y repercute en la cintura y camino como si me hubieran cortado 20 cm de cuerpo de un lado.
Si cambio el eje de las cosas que me aquejan y lo traslado del cuerpo al estudio, de las 5 materias que estoy cursando, me van a tomar 3 exámenes un día y los dos exámenes restantes quedarán distribuidos un día antes y un día después de los otros 3. Y a llorar a Chacarita, porque por más resolución de la facultad, nadie te cambia a vos solo la fecha de examen. A lo sumo, te recuerdan que nadie te obliga a cursar tantas materias juntas. Y ¿porqué tengo que ir a llorar a Chacarita? Suelen mandarte también a llorar a la iglesia. Yo voy a ir a llorar a un cementerio si hay un familiar mío ahí y a la iglesia iría a llorar si estuviera realmente arrepentida de algo y con mucha culpa. Pero si tengo que llorar por otras cosas voy a tratar de hacerlo en mi casa, porque con lo largas que son las distancias en esta ciudad, para cuando llegue a destino se me fueron las ganas de llorar ¿no te parece?
Si se trata del trabajo y venis con la seguidilla de cosas que le aquejan a tu cuerpo y a tu estudio, vas a tener tareas acumuladas ¿por los siglos de los siglos?/¿espejo tras espejo? Y no vas a poder pedirte días por examen y tu jefa o jefe te va a perseguir para que tengas todo listo para ayer y vas a querer que te vuelva a aquejar algo para poder quejarte a mansalva y desaparecer de la oficina ‘antes de lo que canta un gallo’. Jaja, perdón que me ría, pero me van apareciendo todas las frases esas que se usan mucho en la ‘jerga’ diaria. Si no queda otra solución que la de terminar el trabajo, lo tendré que hacer ‘en un santiamén’ y ‘antes que cante el gallo’ me iré a casa a descansar.
Sucede que tanto aquejamiento corporal hicieron que debiera recurrir a los mal llamados ‘remedios’, que lo son sólo para algunos y en la medida en la que produzcan algún cambio en el aquejamiento. De lo contrario, más que remedios son simples medicamentos que obviamente en mi caso no provocan más que pérdida de tiempo por tener que ir a la cocina a buscar un vaso de agua para tomarme la pastilla que no le hace nada a la muela y sigo mirando tele y mientras maldigo al que inventó las caries y juro que jamás volveré a ingerir nada dulce y sé que es mentira y uffff…. Respiro y trato de dejar la mente en blanco. Y ay!!, un puntazo en el oído y me voy a buscar las gotas y ups! pisé mal y apoyé el pie del lado que me duele e intenté sostenerme con la muñeca reventada y oia, me está empezando a doler la cabeza…..
Solo quería decirles que estoy de vuelta, ´vivita y coleando´ para volver a compartir mis delirios, buenas y malas experiencias y mucha ironía, como siempre.
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