Qué pesadilla, la puta madre que lo parió! Sí, qué boquita, con esta boca digo “te quiero” y “mamá” y también puteo a lo pavote. La boca es mía, así es que hago lo que se me canta con ella. Los ojos y las orejas son tuyos, vos decidí si te parece demasiado leer o escuchar lo que pienso.
Digo la puta que lo parió porque es lunes, llega mi compañera, se queja del frío y luego llama a su casa para ver si su señora madre ha ido al baño. Otra vez lo mismo. A mí me importa tres carajos todo eso! Es más, todo lo que tenga que ver con ella me importa tres carajos, ¿cómo se para esto?
Mientras hablaba por teléfono con la señora que trabaja en su casa y que cuida a su señora madre, yo canté, hice ruido con los dedos contra el escritorio, refunfuñé; pero igualmente escuché la gran pregunta.
Así no se puede empezar un lunes, con todo el mundo hablando del frío –que hoy sí se siente- porque no pasa nada interesante en sus vidas más que una bufanda de mierda. Loco, es lunes, alguien que le ponga onda porque con la mía sola no alcanza para transitarlo por completo.
Además, ya sé que mañana la gente va a enervarme nuevamente, porque para mañana –cha chan cha chaaaan!!!- está pronosticado frío!
Hello!!!! Es invierno, la puta madre, ¿qué carajo quieren que haga? ¿Calor? Juro que lo invento para que me dejen de joder. ¿Es que nadie sabe cómo abrigarse? Yo me llené de ropa y no tengo frío. Entiendo que el que se queja no sabe vestirse o no tiene nada interesante en su vida de qué hablar. Ya lo escucho al gordo forro de la oficina de al lado diciendo: “Frío, ¿no?, yo salí de casa esta mañana con 1 grado bajo 0”. Nosotros salimos encapsulados, gordo forro y vinimos volando en un raviol donde se sentían 30 grados. Odio la gente que te dice boludeces para hacerse la amiga. La temperatura es la misma para todos, gordo. Me importa un carajo a qué hora saliste, si sentís frío, qué hiciste el fin de semana y cuánto laburo tenes hoy. No quiero ser tu amiga, con los 2 o 3 teléfonos que figuran en mi agenda, me sobran amigos!
Quiero paz, loco, paz!!!! Ahora le está sonando el celular a esta marmota que tengo al lado, va a cortar y me va a contar con quién habló y de qué y a mí no me importa!!! Se me nota en la cara que no me importa con quién habla, de qué habla y qué hizo el fin de semana. Por favor, tene un poco de dignidad y no me hables! No me digas cuánto frío tenes, ni con quien te viste el sábado, ni cómo está tu hija. Callate la boca y dejame vivir, ok?!!!!
Pará, pará; llegó mi compañero que estaba de vacaciones y tenes que adivinar qué dijo: “Qué frío, che. Qué frío….”. Se ve que la pasó bomba, porque si lo único que tiene para decir es eso...
Y… último momento: pasaron dos horas desde que llegué a la oficina y mi compañera, reincidente, ha dicho: “no se me pasa el frío che!”. Nooooooooooooooooooooo!!!
Feliz comienzo de semana para Uds., que seguramente estén en algún lugar escuchando a algún pelotudo que también tiene frío.
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