Juro que cada mañana pongo todo lo mejor de mí para no caer en el mal humor desolador que me acecha en cualquier esquina. Ahora, si vos fueras yo, ¿podrías resistirte a él? Comparto con vos las cosas que me pasan en un día cualquiera y atrevete a llegar a las 23 hs sin haber incursionado en el mundo de las caras de orto…
Dos horas antes de que suene el despertador me despierto y miro alrededor en la oscuridad y todo está en silencio. No veo luz del día asomándose entre las maderas de la persiana, pero me empecino en pensar que me quedé dormida. Ahora, en lugar de levantarme a comprobar la hora, decido esperar en la cama en silencio, hasta que el despertador suene o hasta que escuche la cantidad suficiente de ruidos como para tener la seguridad de que me quedé dormida. ¿Por qué carajos no me levanto y miro el reloj? No lo sé, pero ahí me quedo y me pierdo dos horas de sueño por una inseguridad pelotuda. Finalmente suena el despertador y me dan ganas de partirme la cabeza contra la bañadera, porque me perdí dos horas nomás.
Me levanto, me baño a los pedos porque hoy tengo que salir más temprano, me cambio y corro a buscar el diario a la puerta del edificio. Mierda, el diario no está. Hace dos semanas acordamos con el dueño del kiosco que el repartidor me dejara el diario en la puerta del edificio y ni el jueves pasado ni hoy jueves está el diario. O el repartidor tiene un problema con los jueves o un hijo de puta me lo está robando.
Hombre de unos 40 años que se sube detrás de mí en el colectivo, se acomoda bien frente a un asiento y con su brazo derecho me mueve el libro que leo, parada y me empuja cada vez que quiere hacer algo con su celular. Lo miro y lo vuelvo a mirar cada vez que osa rozar alguna parte de mi cuerpo o de mi libro. Llego a putear en voz semi baja para ver si se hace cargo, pero el muy hijo de puta sigue jodiendo con su celular y hace de cuenta que no existo. Finalmente se desocupa el asiento que está detrás de mí y el muy sorete se tira encima del asiento, para sentarse antes que yo. ¡Metete el asiento en el orto, infeliz de mierda! Y la educación también.
Vuelve mi compañero de trabajo, luego de tres días de licencia por enfermedad y se sorbe los mocos como si se estuviera tomando una sopa crema y luego sorbe el café como si fuera un helado que se derrite y come con la boca abierta como si yo no supiera que hay facturas en la cocina.
¿Por qué sorete Cormillot me manda mails cada dos días, ofreciéndome dietas para bajar de peso o artículos de cómo cuidarme? ¿Acaso está escondido en un cajón del escritorio?
¿Puede ser que sea tan pelotuda que por no prestar atención y con un sol que raja la tierra, yo escuche que el locutor de la radio dice “Llueve otra vez” (en referencia al tema que acaban de pasar) y putee a lo loco para mis adentros, amargándome porque me voy a mojar, cuando veo que no llueve en 500 km a la redonda???
Hace unas semanas vi un aviso de un departamento que me interesó y me colgué y no llamé. Hoy llamo para averiguar de qué se trata, me atiende un viejo pelotudo en el celular que publicaron en el cartel que estaba colgado en el edificio en cuestión y me dice “estoy manejando, llamame más tarde”. La concha de tu hermana, ¿para qué sorete me atendes si me vas a decir que te llame más tarde porque estás manejando? Sos vos el que atiende, no hubieras atendido una mierda. Y si me atendes, tene la delicadeza de preguntar quién habla, por qué asunto es y al menos, tomar un mensaje. Si no, metete el celular en el orto o publica un teléfono de línea, así no te molesto en tu rutina automovilística de mierda.
¿Por qué si las vacaciones son de los niños, no se los llevan a todos a una granja gigante en algún descampado que no esté en uso y nos dejan de joder a todos los boludos que seguimos yendo a laburar, pero ahora rodeados de globos y chupetines y gritos insoportables? Si yo no quiero tener hijos, ¿por qué mierda me tengo que bancar a los hijos de los demás en todos lados? Yo quisiera tener vacaciones y romperle las bolas a los chicos en su rutina diaria de ir al colegio, a ver quién rompe más las bolas a quién.
¿Cuándo mierda termina la copa América? Estoy cansada de que lleguen las 10 de la noche y poner telefé y que la novela no esté porque hay 22 boludos corriendo detrás de una pelota. Encima no hacen un puto gol y al final termino apagando el televisor o haciendo otra cosa y cuando vuelvan a pasar la novela, ya ni la cara del protagonista me voy a acordar.
Necesito empezar un tratamiento para el manejo de la ira, otro para dejar de putear cada 2 segundos y otro para aprender a vivir en sociedad. Ojalá no sean muy caros y atiendan los domingos, porque no tengo mucho horario disponible en la semana. Por suerte, mañana es viernes!
1 comentario:
GENIALLLLLLLLLLL¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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