Buenos días y bienvenidos a la ironía que le pongo al día a día, para que pese menos...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Con todo respeto

Para quienes creemos en la existencia de un Dios, él nos creó a su imagen y semejanza. Con lo cual, no sería muy difícil adivinar cómo es Dios… si nos creó a su imagen y semejanza…
Ahora bien, me interesaría saber si lo hizo por venganza, para no sentirse solo o sin ninguna intención más allá de la de crear la humanidad. Lo fantástico es que haya preparado todo en tan solo 6 días. Yo paso meses con un informe que me mira impreso en el escritorio y no soy capaz de producir una oración nueva y él pudo con un universo en 6 días.
Si yo hubiera sido Dios, hubiera descansado 6 días y el 7mo hubiera visto qué onda, si daba o no para crear algo. Me hubiera guiado por el clima, porque si llueve o está feo o húmedo, me da fiaca.
Así que, con suerte, si salía el sol me fijaba si podía hacer algo. De lo contrario, me hubiera quedado leyendo algún libro en soledad, en silencio y hubiera ido creando en función de mis necesidades y deseos. Por ejemplo, si me cansaba del libro que estaba leyendo, hubiera creado otro libro del mismo autor, porque para ello antes tendría que haber creado al autor y hubiera tenido que armarle un mini mundo que le permitiera escribir un libro. Otro autor hubiera implicado otro ser humano y ahí ya seríamos muchos.
Una radio sería interesante, pero ahí se van muchas creaciones solo para pasar un rato. De todas maneras no quiero detenerme mucho en sentirme “Dios”, sino que simplemente quiero llevarles una reflexión a quienes me leen y si nadie me lee tendré que rezarle a Dios para que aparezcan lectores, porque no voy a poder crearlos (a pesar de que el día está lindo). Ya es muy tarde para eso, hay poco por crear que a mí se me pueda ocurrir, más que un par de líneas irónicas.
Entonces, vayamos al grano. Dicen que Dios nos creó a su imagen y semejanza o por lo menos es lo que escuché. Lo que quiero llevar a la reflexión es netamente superficial y por eso es más interesante de lo que podría llegar a imaginarme. Dios, ¿es feo? Después de mucho pensarlo durante toda la mañana, mi respuesta es sí. Yo creo que si hay un Dios, debe ser feo. Y ¿por qué creo eso? Simplemente por mirar a mi alrededor. ¡No puedo creer lo feo que es el ser humano! ¿Alguna vez se detuvieron a mirarse entre ustedes? Pero no a mirarse así porque sí; yo digo a mirarse con la mayor atención y dedicación posible.
Yo sí, hoy me detuve a mirar “narices”. No debe haber nada más desagradable en el cuerpo humano que una nariz (o sí, pero mejor ni imaginármelo) y a la vez es una extensión tan útil para todos! Es loco, porque es una cosa generalmente regordeta, con dos agujeros y el hecho de que sobresalga de la cara es cualquiera. Porque puede pasarle algo a tu nariz y ya fue, se te complicó la existencia!
No vi una sola nariz que me inspirara algún pensamiento copado, solo me di cuenta de que todas las narices ¡son horribles! ¿Y las orejas? Son parlantes humanos feos! Con un tamaño convencional tendrían que poder cumplir su función, pero ¿por qué a Dios no se le ocurrió que ahí la nariz podía estar más protegida? O, no sé, debajo de la axila. Es un espacio que no sirve para nada el de debajo de la axila, entonces ¿por qué no proteger la nariz ahí? De paso no la vemos y nos ahorramos esta cosa de tener que ver lo feo en el otro, para darnos cuenta de lo feos que somos!
Claro que podría generarse el inconveniente de que al tener la nariz debajo de la axila sentiríamos antes el olor a transpiración y, además, tendríamos que andar con los brazos levantados para respirar. Entonces, ¿por qué no hacerle un agujero a cada mano y respirar por ahí? ¿Tan necesaria era esa extensión en la cara que nos hace tan feos?
Yo creo que Dios no quiso sentirse solo, pero ‘solo’ de fealdad y nos puso estas cosas raras a nosotros, como la nariz y las orejas. La boca y la función de la misma son sumamente inaceptables. ¿Se dieron cuenta de que nuestra boca es proporcional en función al pico de una botella? La diferencia con la botella, es que nosotros tenemos varios otros picos, todos con una función inteligentemente pensada.
¿Y los ojos? Esos dos huevos de color, ultra sensibles y delicados que sirven para darnos cuenta de nuestra fealdad… ¿por qué no los hicieron un poco más grandes? ¿Tan pequeños tenían que ser? Quizá si fueran más grandes y no tuviéramos la nariz en la cara, seríamos más lindos o menos feos… Se me ocurre que entonces debe ser verdad que las modelos son huecas, porque solo alguien con un vacío en el marote puede creerse lindo si se mira detenidamente (advertencia: este comentario puede herir susceptibilidades, modelos, abstenerse! –que significa, ¡¡¡no leer!!!-)
En definitiva, podría analizar al ser humano en su totalidad y ser profunda y avalarme en teorías e investigar religiones y conseguir testimonios. Pero creo que con un par de ejemplos mi conclusión tiene sustento. Dios es feo, no hay nada que hacer. Ojo, que no creas en Dios no te hace lindo. Hasta corres el riesgo de ser más feo...
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre tuvo razón mi papá, cuando decía-!Mirá que hay gente fea eh! y se cagaba de risa