Buenos días y bienvenidos a la ironía que le pongo al día a día, para que pese menos...

viernes, 28 de enero de 2011

Yo tengo un nombre!

Hay gente que se quiere hacer la sensible, dulce o amigable y termina resultando pesada, repulsiva y en muchos casos susceptible de recibir una buena piña.
Están los que abusan del “Holis” en los mensajes de texto o mails, aun cuando tienen más de 30 años hace rato. También están los que se zarpan con la dulzura y te mandan un “besiiiiiiiiiiito” antes de cortar.
Otros exageran con el “infinitas gracias” por casi nada y nunca falta el que repite “te quiero”, como si fuera algo tan fácil querer. Yo no quiero a cualquiera y menos aun voy a andar desperdiciando te quieros por el aire. Yo quiero a algunos, no a todos y esos algunos a veces abusan de ese “te quiero” y me dan ganas de dejar de quererlos.
Otros también usan descontroladamente la palabra “amigo/a” y yo no puedo creer que haya gente que tiene tantos amigos. “Hola amiga”, me escriben algunos y yo pienso: ¿para qué me pusieron nombre mis padres? ¿Para que ahora me llamen “amiga”?
Nunca faltan los que te dicen “linda”, “negra”, “flaca” y todos esos apodos que no me encajan en ningún lado.
Pero los más recalcitrantes son los que se atreven a acortar mi nombre, como si eso me resultara simpático. ¿Por qué la gente se cree con derecho a acortar mi nombre, que bastante corto es ya?
¿No se les ocurre pensar que si yo quisiera que me llamaran así me presentaría con el nombre acortado? Si me acortan el nombre me están agregando edad y estado civil, así es que dejen mi nombre como está y vayan a acortarle el nombre a otro. Tampoco lo extranjericen, tengo un nombre argentino, común y silvestre, ¿tan difícil es llamarme por mi nombre? ¿De dónde obtienen la “información necesaria para caerme bien”? Yo no quiero que me agrade nadie que no me haya agradado hasta este momento o, dicho de otra manera, no necesito chupamedias alrededor, gente que quiera quedar bien conmigo y que piense que por acortar mi nombre me va a conmover. Yo no me conmuevo tan fácilmente pero sí me encabrono por nada, así es que no abusen!
Toda esa gente se me torna muy molesta y muy difícil de tratar. Con lo dócil que soy yo….

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