Buenos días y bienvenidos a la ironía que le pongo al día a día, para que pese menos...

jueves, 6 de octubre de 2011

La vida 5.0 (y la cantidad de enemigos que me voy a ganar)

Creo que no hace falta aclarar que estoy muy lejos de tener mi propio libro de caras (mal llamado ‘Facebook’ por un par de personas, miles más, miles menos) y mi propio gorjeador o pio-piador (sí sí, twitter no tweety). No los entiendo, no me entienden a mí, no nos entendemos ni nos hacemos falta.
Tampoco hace falta aclararme a mí misma que estas dos ‘herramientas informáticas’ son muy usadas hoy en día y que mucha gente no puede vivir sin ellas. No cuestiono eso, quizá si les encontrara utilidad, las tendría. De hecho, tengo una cuenta de libro de caras, que de vez en cuando abro para publicar algo del blog, pero que no es muy visitada ni me cambia demasiado la vida.
Sé que si tuviera mi cuenta de gorjeo estaría tres veces más loca de lo que estoy, porque viviría indignándome con peleas pelotudas que tiene la gente –mayormente de la farándula- por temas bastante intrascendentes. Y para escuchar ese tipo de peleas o ‘discusiones’ en el mejor de los casos, prendo el televisor y me lleno el alma de boludeces.
Ahora, un libro de caras es todo un tema y si encima es público es un temaso! No puedo imaginarme publicando fotos de mi vida privada y mucho menos, comentando esas fotos. Ni que hablar de estar tan al pedo como para ponerme a escribir “tomando mate” o “caminando con amigas” o “cenando con mi novio” o “leyendo un libro de geografía”. Se me ocurre que una persona que publica tanto dato de su vida no tendría problema en abrirle la puerta de su casa a cualquiera y brindarle una guía turística de sus emociones, sus relaciones, sus alegrías y sus tristezas. Y me resulta triste que alguien pueda necesitar abrirse tanto a los demás. Digo “abrirle la puerta a cualquiera” porque cada uno tiene una red de amigos, que a su vez tiene amigos, con amigos de amigos de amigos. Por lo que, en 5 minutos tu libro de caras puede tener 500 contactos, pero vos solo tenes relación directa con 15 como mucho. El resto es relleno, chusmerío, ganas de que te vean los conocidos o los amigos de los tíos de los hermanos de los primos de la vecina de algún ex.
Es decir, si yo estuviera tomando mate, estaría tomando mate. Si estuviera caminando con amigas, estaría charlando con ellas, interactuando con ellas. Si estuviera cenando con mi novio, estaría charlando con él, riéndome, compartiendo lo que hago con él y si estuviera leyendo un libro de geografía, mínimamente estaría concentrada. Además, si estoy con esa gente a la que quiero y que me quiere, ¿a quién sorete más le puede importar lo que yo esté haciendo?
Y por otro lado, toda esa gente con la que estoy compartiendo ese momento en el tiempo, ¿sabe que estoy haciendo público lo que estoy haciendo? ¿Sabe que estoy conectada a un dispositivo a través del cual miro lo que otros hacen y cuento lo que hago, que involucra a otros?
Ese otro, ¿quiere formar parte de la publicidad que yo hago de mi vida? Sinceramente, me resulta una cagada atómica pasar a formar parte de la publicidad que un tercero hace de su vida, involucrándome. Por algo no tengo mi libro de caras.
Además, en serio, ¿a quién le importa realmente si estoy tomando mate o estoy laburando o estoy cenando? Tendría que importarme a mí y a los que están conmigo. Los que estén prendidos a su libro de caras a cualquier hora, mirando lo que otros escriben en sus libros de cara, evidentemente tienen mucho tiempo de sobra y muy pocas cosas para compartir con gente ‘en vivo y en directo’ o se coparon con la idea de que todo el barrio sepa a qué hora se van a tirar el próximo pedo.
Sinceramente no me interesa demasiado el porqué de tanta publicidad, más bien me da un poco de tristeza. Ojo, mucho más triste debe ser estar frente a un monitor clickeando el mouse en “Me gusta” a todo lo que publican otros. Eso sí que es miseria pura. Pero bueno, para levantar el ánimo está mi blog, siempre pum para arriba, innovador y cero marquetinero.
De última, cada culo en su inodoro ¿no? Y, nuevamente, “to another thing, butterfly”.
 


3 comentarios:

Nat dijo...

Me siento plenamente insultada con tu blog, como debe ser. Te felicito! Creo que tienes toda la razón - yo soy una de esas con Facebook y Twitter y Foursquare y LinkedIn, y todo eso en mi BlackBerry y en mi iPhone, aunque de todos modos tengo siempre mi MacBook Pro prendido... sí, yo soy de las tristes que informa al mundo que está disfrutando de una cena romántica con el novio - mientras tanto él como yo estamos realmente navegando la red y no disfrutando el uno del otro. Agh, sí, tiene que ver con demasiado tiempo libre. Tiene que ver con prioridades equivocadas. Tiene que ver con una patética necesidad de demostrar, "Hey, amigos! Mi vida es mejor que la de Ustedes!" Pero no lo es. Porque la gente que está viviendo la vida de verdad es la gente como tu, que la disfruta y no la twitea.

Irónica dijo...

Me dieron ganas de llorar...

Norika dijo...

Uauuu!! Qué comentario el de Nat.
Me encantó