Siempre creo que escribiendo voy a poder deshacerme de lo que me estorba y así, voy a poder avanzar. Por eso escribo –principalmente- acerca de las cosas que me molestan y que me doy cuenta que no soluciono hasta que no exteriorizo y expreso.
Entonces voy a probar con estos miedos que me están acorralando en un rincón tan pequeño de mi pequeño ser, que dificultan mi respiración, me provocan vértigo y me tienen a la deriva.
Últimamente me olvido de parar, al menos una vez al día y de pensar un ratito en mí y regalarme 5 minutos. Últimamente todo sale de manera automática y frenética, con una velocidad que da miedo y que no llego a percibir, porque estoy concentrada en tener todo hecho y todo listo, sin saber para qué.
El problema es que tanto apuro y tanta corrida han comenzado a enfermarme. Y yo no me canso de repetir que no tengo tiempo para enfermarme, por eso sigo y sigo y sigo. No logro llegar a 'saborear' lo que hago, a encontrarle el gustito, la razón por la cual empecé a hacer lo que hago.
Como no hay tiempo para parar, busco recetas mágicas para quitarme de encima todo lo que no puedo resolver. Pero las cosas se acumulan y acumulan, como las carpetas en mi escritorio y cada vez son más las cuestiones pendientes y cada vez mayores mis miedos.
Estoy encerrada en un placard de una puerta y no me animo a prender el foquito que cuelga con la cadenita que lo enciende, por miedo a encontrar a alguien más ahí. Siento que esta vez no estoy sola ahí, siento que sin darme cuenta arrastré a otra persona y no quiero verla, para no sentirme más culpable de lo que suelo sentirme a diario, por casi nada.
Me tiembla el cuerpo, tengo ganas de llorar, pero nadie lo va a percibir jamás, porque no hay tiempo para eso y porque el miedo no se va a ir por ponerme a llorar.
Me gustaría poder abrir la puerta del placard y salir a la habitación, que la habitación tenga una ventana que yo pueda abrir y que por ella entre aire puro que pueda respirar y un rayo de sol que me permita disfrutar el hoy y pensar en el mañana.
Soy tan infinitamente rica, tan llena de cosas y personas hermosas a mi alrededor, que no entiendo en qué momento y en qué lugar decidí olvidarme de eso y comencé a prestarle atención a las banalidades a las que mucha de la gente contra la que despotrico se encuentra atada. Quiero recuperar la visión de esa riqueza que me rodea y necesito hacerme de alguna herramienta para lograrlo.
Por eso, voy a poner en práctica una serie de ‘consejos’ que encontré por ahí, de todas las cosas que yo no hago y que me han dejado en ese placard. Los invito a que Uds. también pongan en práctica, al menos una de todas las premisas de la lista (el subrayado me pertenece):
20 LECCIONES PARA LOGRAR UNA BUENA CALIDAD DE VIDA
1) HAGA una pausa de mínima de 5 a 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repita estas pausas en su vida diaria y piense en usted, analizando sus actitudes.
2) APRENDA a DECIR NO, sin sentirse culpable, o creer que lastima a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.
3) PLANEE su día, pero deje siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de usted.
4) CONCÉNTRESE en apenas una tarea a la vez. Por más ágil que sean sus cuadros mentales, usted se cansa.
5) OLVÍDESE de una vez por todas de que usted es indispensable en su trabajo, su casa o su grupo habitual. Por más que eso le desagrade, todo camina sin su actuación, salvo usted mismo.
6) DEJE de sentirse responsable por el placer de los otros. Usted no es fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia.
7) PIDA AYUDA siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírsela a las personas correctas.
8) SEPARE los problemas reales de los imaginarios y elimínelos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.
9) INTENTE descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puede conseguir en la vida.
10) EVITE envolverse en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espere un poco y después retorne al diálogo y a la acción.
11) SU FAMILIA NO es usted, está junto a usted, compone su mundo, pero no es su propia identidad.
12) COMPRENDA qué principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.
13) ES NECESARIO tener siempre a alguien a quien le pueda confiar y hablar abiertamente. No sirve de nada si está lejos.
14) CONOZCA la hora acertada de salir de una cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca pierda el sentido de la importancia sutil de Salir a la hora correcta.
15) NO QUIERA saber si hablaron mal de usted, ni se atormente con esa basura mental. Escuche lo que hablaron bien de usted, con reserva analítica, sin creérselo todo.
16) COMPETIR en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.
17) La RIGIDEZ es buena en las piedras pero no en los seres humanos.
18) Una hora de INMENSO PLACER sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no deje pasar una buena oportunidad de divertirse.
19) NO ABANDONE sus tres grandes e invaluables amigas. Intuición, Inocencia y Fe.
20) ENTIENDA de una vez por todas, definitivamente y en conclusión....
...Usted ES LO QUE USTED HAGA de USTED MISMO.
¿Cuanto miedo tenes vos? ¿Cuánto tiempo perdiste por nada?
1 comentario:
Yo tengo mucho miedo de muchas cosas, y he descubierto mi propia técnica para afrontarlos. Aunque no recomiendo mi técnica (porque es exagerada y no siempre funciona como quiero que funcione), soy consciente que "cada loco con su tema" tiene algo de sentido. Yo huyo. Cuando algo me agobia, me asfixia, me asusta, yo huyo. Y con frecuencia es a otro continente... lo malo, pues, sobra decirlo, es la huida, todo lo que se deja detrás. Pero lo bueno, es la nueva vida: puedes re-inventarte, ser quien quieres ser, volver a ser tu. Re-encontrarte. Dejar atrás los miedos viejos... pero ganar nuevos miedos.
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