Estoy sola en la oficina. Es un placer casi completo, aunque no debo perder la cabeza y tengo que permanecer atenta a que, en cualquier momento, puede llegar alguien que me saque de este lugar de felicidad inmensa.
Mi compañera fue a un curso, mi jefa a un reunión, mi compañero está en uno de sus días de “trámites personales” que se toma 3 o 4 veces por semana. Está bueno, se toma el día entero, ¿para qué escatimar en tiempo de ocio si puede no laburar directamente?
Es tan odioso que te dan ganas de escupirlo en la cara. El tipo se dedica a hacer negocios inmobiliarios como trabajo secundario al que tiene acá. Construye o algo así. En la oficina cumplimos horario de 9 hs, como en la mayoría de las oficinas en esta ciudad. El tipo entra 2 hs y media (promedio) más tarde que todos, prende su computadora, se sorbe un café y se levanta para ir a la puerta a fumar un cigarrillo . La fumata le toma una media hora. Vuelve a subir y a los 10 minutos anuncia que se va a almorzar. Sí, almuerza más temprano que nadie, pero vuelve a la misma hora que todos, con lo que su almuerzo dura un mínimo de 2 horas y media. Muchos días tiene que ir a hacer un “trámite al banco”, con lo que su horario de “almuerzo” puede llegar a durar 4 horitas.
El tipo tiene la edad de mi viejo (¡adivinala!), está casado, tiene 3 hijos tan piolas como él y por supuesto, su mujer es casi 20 años menor y se fijó en él, por lo canchero y lo “fachero”. Aclaro que todas estas apreciaciones son de él y no mías. Se la pasa contando lo "cojedor" que era de joven y lo irresistible que le resulta a las mujeres (¿de Marte?).
Cuando vuelve del almuerzo extendido, se trae otro café para sorber, a veces estira las piernas y duerme una mini siesta delante de nosotros y otras, se pone a hablar por teléfono. Por lo general, sus llamados son a agencias de viaje en la búsqueda de algún paquete para sus próximas vacaciones, a algún amigo para contarle el viaje que quiere hacer o a algún call center de alguna tarjeta de crédito, para canjear sus puntos por pasajes aéreos. Si llama a su madre, es para hablar 1 minuto, para decirle que no puede ir a verla porque está "muy ocupado" y para luego cortar y putearla.
Convengamos, este tipo labura como nadie. Dos horas antes de que termine la jornada, se para, da un par de vueltas, si tiene ganas baja a fumar y si no tiene ganas, directamente se va a la casa.
En definitiva, las horas que pasa en su lugar de trabajo no son más de 3. Obviamente, el tipo cobra más del doble de mi sueldo. ¿Mi jefa? Bien, gracias. Parece que el tipo es intocable y él se encarga de demostrarlo por donde vaya.
No solo a eso nos somete a quienes lo vemos a diario, sino también a sus comentarios muy soretes que intenta explicar que son “sin querer”. Uno de esos comentarios es a mi compañera, que no tiene donde caerse muerta, a quien le pregunta al menos una vez por semana: “Si tuvieras 20 mil dólares, ¿te comprarías unos pasajes a Grecia? Porque yo no me decido…”. A mí, que tengo ciertas alergias alimentarias conocidas por mis compañeros, siempre me ofrece algún producto que me da alergia y enseguida agrega: “ah, no, cierto que no podes”.
Los que no tienen desperdicio son sus comentarios respecto de la clase social baja, de la política y de la sociedad en general. Prejuicios le sobran, podría venderlos y llenarse de guita para seguir viajando a Grecia. Tiene un GPS personal, que le permite determinar quién de nosotros es vivo, quién sabe, quién es capaz de seducir y ganar, quién va a lograr algo en su vida y a quién le hace falta trabajar. Y siempre, siempre dice que "esto se va a la mierda" y que hay que comprar dólares e irse a vivir a otro lado. Es el hombre apocalíptico por excelencia.
Concluyendo, una verdadera pinturita como esta debería compartirse. Nadie puede pasar por esta vida sin encontrarse con una valor humano de tanta calidad. Yo quiero compartirlo, no me gusta la avaricia. Por lo que, invito a mis lectores a confirmarme si tienen un puesto vacante en sus lugares de trabajo y les mando esta joyita con GPS y todo.
Que terminen bien la semana, yo no podré hacer nada, porque tengo que hacer de cuenta que estudio!